La compañía de almacenamiento de datos basada en computación en la nube presenta actualmente un ratio capitalización bursátil / ventas brutas superior a 180. Dicha cifra es, como mínimo ambiciosa, tanto si se tiene en cuenta el potencial de crecimiento de su negocio a medio-largo plazo como su valor en bolsa (superior a los 110.000 millones de dólares). Snowflake es un claro ejemplo de compañía que protagonizó su debut bursátil en plena pandemia (septiembre 2020) y ha sabido aprovechar el efecto «FOMO» vinculado a todos los valores relacionados la computación en la nube (CLOUD) y/o software.
Por lo que respecta a su aspecto técnico, tras perforar su canal alcista principal a finales de noviembre, Snowflake parece que intentar recuperarlo de nuevo. La superación de los 378 dólares es ahora su clave alcista a corto plazo. Su superación en precios de cierre diario confirmaría una tímida figura de vuelta que podría catapultarle de nuevo hacia la zona de máximos anuales registrada recientemente entorno los 400 dólares zonales. Una vez alcanzados, no sería para nada descartable una prolongación adicional en busca de los máximos históricos registrados el pasado diciembre (2020) en 429 dólares zonales. Por abajo, los 327 y los 310 dólares zonales son los soportes a vigilar. La pérdida del segundo en precios de cierre semanal confirmaría además el cruce bajista con su media móvil de 200 sesiones, señal que podría adelantar un potencial cambio de tendencia estructural (alcista a lateral-bajista).